La hora de todos

Callejeros decía «que no se quede mi pueblo dormido», en Brasil circulan afiches con la frase «lute como uma argentina», la dirigencia recurre constantemente a la «masiva movilización popular», y así podemos estar enumerando y describiendo ejemplos en donde el salir a la calle se convierte en la herramienta fundamental de lucha y resistencia a la opresión del pueblo y la quita constante de derechos adquiridos a lo largo de la historia. El 2017 terminó en las calles y el 2018 no parece cambiar el rumbo. Se viene la reforma laboral, ¿se tratará en el Congreso? El Gobierno quiere evitar las miles de personas en las calles, quiere aprobar la ley sin mucho movimiento. Bueno, queda claro que eso va a ser imposible. Quedó demostrado que perdieron el debate público tras la aprobación de la reforma previsional. Nos dejaron heridos después de otro diciembre con balas y gases. Pero atentos, que la última lucha que se pierde es la que se abandona.

La gente corre, los gases abundan y los palos se reparten al revoleo sin cesar. El 18 de diciembre termina con los diputados debatiendo y con el pueblo resistiendo. Te la dieron en el Congreso, pero vos saliste de nuevo, cacerola en mano, queriendo evocar a las épocas más terribles de nuestro país (ojo que no es lo mismo, cuidado), atrás tenés un jubilado que las pasó bravas, que recién se puedo reacomodar en los últimos años pero que otra vez le están robando, otra vez le están diciendo «tomá, arreglate con esto y no me jodas». Si hay algo que sabe este pueblo es joder, molestar y quejarse. Podremos tener diferencias sobre la clase media, porque claro, los mismos que caceroleaban porque no podían comprar dólares ahora salen por los viejos, pero mejor evitemos rencores y objeciones en este momento en que «la lucha es una sola», pero en serio.

Mirá, a vos te cuento que ahora el Gobierno va por los laburantes, por vos claro-Seguramente dirás «no, a mi no me van a tocar». Bueno, la incertidumbre es tan grande como la República Argentina y entrás ahí eh, ¿vos y cuantos más? Hacete la pregunta. Seguramente seas de esos que sale cuando la cosa está brava en serio, porque si no te jode a vos ¿para que vas a salir? Claro lógico, bueno, no tan lógico… pero no importa. Si nunca le diste bola al sindicato porque son «todos mafiosos» dejame decirte que vayas preguntandole a tu delegado si sabe algo de la reforma laboral porque te la dan otra vez, y ahí si que te quiero ver pidiéndole a tu jefe el aguinaldo, las licencias y toda esa cosa «populista», ¡»minga!»» te va a decir.

¿Y vos? Ah si, vos estás curtido en esta ya. Te marchaste la vida, te cagaron a palo y la peleaste siempre. En el 2001 cantaste «que se vayan todos» junto al que no le interesa nada la política pero le afanaron los ahorros y ahí si salió, ahora sos de los que pide «unidad de los trabajadores» y, si, al de al lado que no le importa nada le decís «se jode, se jode». Vos y tus compañeros son los que llevan la bandera y buscan las cañas en las calles, los que saben de bancar la parada en las malas y los que van a hacer lo imposible por frenar la reforma laboral que más que reforma es el ajuste al servicio del FMI. Vos estás al tanto de todo, te enteraste que Macri firmó un decreto XXL que es la previa de esta medida, entre otras cosas. Acompañaste al sindicato siempre, venís de familia peronista (o no, quizás esto ahora no tenga tanta relevancia) y toda la vida fuiste un laburante que levantó las banderas de la dignidad. Te toca, una vez más, calentar la garganta y gritar bien fuerte por todas las injusticias cometidas contra el pueblo trabajador, ese mismo al que acusan de «vago» por cortar rutar o hacer piquetes. Te toca demostrar que esa insustancial frase que dice «la Argentina se levanta trabajando, no cortando calles» es la justificación plena del que no se mueve ni para ir a votar en las elecciones del sindicato, que así, con esa apatía monumental no se consiguió nunca nada y solo sirvió para ratificar un conformismo del país estándar que nos quieren imponer. Te toca la más difícil, pero te vamos a acompañar, a vos y a tus compañeros.

En definitiva, seas un laburante comprometido con la lucha de la justicia social, o seas un «clasemediero» (si se me permite el término) desinteresado y condescendiente con el poder de turno esta reforma más que tocarte va a darte una buena trompada. Porque atenta contra un espacio de pertenencia y de comunidad enorme como es el laburo, cualquiera, el que sea. Los que nunca salieron a la calle y salieron con el discurso simplificado del «son todos iguales» ahora van a tener que salir, a juntarse con los «negros que comen choripán» porque, por más que no les guste, están más cerca de ellos que de Macri, Bullrich o Rodriguez Larreta.

Es la hora de todos, con los sindicatos (los que estarán en la calle, obviamente) como conductores y con los laburantes detrás pidiendo por la unidad y dando el significado de lo que llamamos «dignidad». Será cuestión de volver a hacerle sentir al Gobierno de Macri y los suyos que hay un pueblo de pie, que no está dispuesto a pagar la fiesta de algunos mientras le roban sus derechos que se consiguieron con palazos y balas detrás.

Alejo Spinosa

@AleLVP

Deja un comentario