Nadando contra la corriente

No podemos no mencionar las elecciones pese a que ya han pasado tres días, en el medio del show mediático-judicial por la detención de Julio De Vido, la realidad (la que vivimos todos, las que nos toca de lleno) es que Cambiemos se ha consolidado como nunca y cuenta con un poder temerario, sobre todo para la gran mayoría argentina, que le puso el voto también. Así entonces, repasamos un poco la coyuntura. Vienen épocas difíciles nomás…

Cambiemos se convierte definitivamente en un partido político

Lo que sucedió el domingo tiene múltiples explicaciones, responsabilidades y argumentos, pero todas llegan al mismo resultado. La consolidación de la derecha. Ya hemos hablado varias veces sobre el aparato mediático y el control fabuloso de este Gobierno en el aspecto comunicativo, esta vez, además, hablamos también de tener cintura política, algo que se le ha cuestionado más de una vez a esta gestión, sobre todo al momento de tomar medidas claramente anti-populares. Bueno, Cambiemos ha logrado consolidar su poder mediante la unión, la defenestración del adversario duro, y el aprovechamiento de la atomización del peronismo. Las alianzas de derecha que triunfaron en casi todo el país lograron construir un relato de polarización y enfrentamiento en donde se demuestra que los problemas actuales no son responsabilidad de este Gobierno, y ahí directamente apunta hacia CFK, con los manejos de las causas de corrupción como uno de los ejes centrales en la campaña.
Cambiemos deja de ser una alianza de derecha con meros fines electorales pasajeros para convertirse en una coalición de Gobierno que establece un plan a largo plazo que recién está comenzando (Macri se animó a hablar de 20 años). En este sentido, la imagen positiva que arrastran varios funcionarios  influye directamente en el mensaje que se le busca dar a la gente en pos de lograr hacer una buena elección. Lo que conocemos como la «marca Cambiemos» fue lo que votó la gente, el ya tan conversado y analizado marketing político les vuelve a dar resultado, pero ahora combinado con una cintura en el andar de la gestión y la campaña que tiene el objetivo de captar al votante mediante las promesas a futuro, que auguran «una mejoría, si trabajamos todos juntos». Se han mostrado eficaces, respondiendo quizás a las subestimación que todos hemos hechos sobre los actuales funcionarios, acusándolos de «inútiles» o hasta apelando a la teoría del helicóptero. No señores, acá no pasa por un tema económico, en esta elección jugó más el papel político y la imagen de cada una de las fuerzas que se presentaban. Cambiemos logró, desde la apolítica, construir un triunfo netamente político. 

(otra vez) Reconstruir la oposición

Así como destacamos y reafirmamos que Cambiemos se ha impuesto claramente, también podemos dejar en claro que la única oposición real al Gobierno hoy es la fuerza que encabeza Cristina Kirchner, quien será senadora, estamos hablando, claro, de Unidad Ciudadana, que, según palabras de la ex mandataria, «llegó para quedarse». Es más que aceptable la elección que han hecho Cristina y compañía, porque, y siempre partiendo desde la base de que se perdió, logró cosechar 37 puntos con absolutamente todo en contra (justicia, medios, pauta publicitaria, el Estado del otro lado). Así y todo, Unidad Ciudadana llevara trece diputados, y a Cristina al senado. Será interesante ver que puede hacer ella (además de tener que lidiar con todo tipo de denuncias y persecuciones por supuesta corrupción) en un recinto en donde, por primera vez en años, el Peronismo no es la primera minoría y en donde el Kirchnerismo duro, concentra diez senadores apenas, viéndose obligado a negociar con el PJ, del cual Cristina se ha ido en esta elección. También podemos dejar ver que la estrategia de creer que con el voto duro del Kirchnerismo alcanzaba no dio resultado, porque al final, en octubre, Unidad Ciudadana terminó llamando a «unir el voto opositor» pero detrás de esta fuerza, que, ya con los números de las PASO sobre la mesa, quedaba afirmada como la única capaz de hacerle frente a Cambiemos. Sin embargo, no alcanzó, y el magro 5% que sumó Cumplir fueron votos que hubieran servido de haberse dado las PASO, algo que, desde este espacio, siempre remarcamos como necesario.

Tampoco quedan dudas de que, y viendo nada más que los números de la elección, no hay lugar para medias tintas hoy en día. Teniendo al sistema político argentina altamente polarizado, las opciones dialoguistas de Massa, Randazzo, Urtubey y Lousteau, no dieron resultado. Y, vale aclarar, que los tres primeros buscan ser quienes lleven adelante este camino de «renovación» del Peronismo, apelando a una oposición claramente piadosa con el Gobierno, amiga de este y falta de definiciones claras en relación a temas importantes de la agenda pública. Este camino de un Peronismo blando no tiene sustento, y las urnas lo reflejaron. Pero, también es cierto, que el Kirchnerismo no puede solo, necesita de una parte del Peronismo. Pero no es necesariamente el blando del que hablábamos antes, sino uno que se muestre  opositor al Gobierno, aunque, inevitablemente, haya tenido marcadas diferencias con el pasado Kirchnerista. Unidad Ciudadana ha integrado a otros cuadros que no vienen del ultrakirchnerismo e incluso han tenido discrepancias con este (Taiana, Espinoza, Insaurralde, etc) pero lo ha hecho desde los cargos, y no en una unión concisa y eficaz con la otra fuerza que, pese a mostrarse con grises, intenta mostrarse como oposición, que es la de Florencio Randazzo. Este no ha hecho tampoco lo suficiente como para apostar a la unidad, más allá del reclamo legítimo de las PASO, basó una gran parte de su campaña en diferenciarse del pasado y no en apostar a combatir a Macri, bueno, así le fue a Cumplir, que terminó metiendo un solo diputado tras finalizar atrás de la izquierda. La oposición a la oposición solo le dio resultado a Cambiemos, que terminó chupándole votos a Massa tras las PASO.

En definitiva, quedan muchas preguntas que se (y nos) debe hacer la oposición. ¿Es posible plantarse en un único frente para el 2019? (no hablo de Massa aquí, que, desde mi punto de vista, está lejos de mostrarse en oposición a Cambiemos) A este paso, ¿podrá frenar el Kirchnerismo solo el ajuste de Macri? ¿Como quedan parados los «renovadores» luego de sufrir derrotas inesperadas? ¿Existe hoy un sucesor? ¿Se puede sin Cristina?

Poder total

Cambiemos logra sumar diputados, senadores y, además, el respaldo de las urnas. Esto llevó a que Macri, en el día de hoy, sacara chapa de «imbatibles». Están cebados, tienen el poder más que nunca, pero no el Gobierno, porque detrás de este están los de siempre. Empresarios, medios y justicia. Han hecho uso de la legitimación que les dio el voto para llevar cabo un show estrafalario y exagerado para con Julio De Vido, quien ha terminado detenido. Esto no quiere decir que no haya sido un corrupto, pero no hay garantías de poder separar al Poder Judicial del Ejecutivo y el Legislativo, quien en su totalidad casi votó el desafuero del ex-ministro. Ahora, ellos llevaron adelante este show con cámaras, sirenas, esposas y autos bajo las banderas de «República» y «Justicia». No creo necesario, a esta altura dar ejemplos, pero, ¿Puede un Gobierno que tiene una gran cantidad de funcionarios investigados por la justicia hacer alarde de estos términos? ¿Puede la Justicia, entonces, meter preso a De Vido sin existir una condena y un seguimiento correcto de la causa? ¿Dónde quedó el Estado de derecho? Y si decimos «El gobierno metió preso a un diputado opositor sin juicio previo», ¿queda algún rasgo republicano? Esperemos que se investigue a toda la dirigencia política tras este antecedente que tiene como protagonista a Julio de Vido, aunque, sabemos, es casi imposible porque hay corruptos y corruptos

En fin, el Gobierno logró imponerse una vez más y con esta elección tiene el camino allanado para las reformas laboral, fiscal, impositiva y educativa. La gente, nuevamente, vota en contra de sus propios intereses. Hay un pueblo dormido, anestesiado, que no logra discernir con claridad las opciones que tiene al momento de votar. Los medios ayudan, entonces, para construir esta subjetividad neoliberal que ya hemos tenido en nuestro país hace apenas veinte años.Tal vez intentan lograr que aceptemos que, en nuestra historia, hemos tenido más Gobiernos de derecha que Gobiernos populares, y que estos constituyen una extrañeza para el sistema político occidental en el que nos encontramos sumergidos, pese a haber dejado una huella imborrable

 

 

Alejo Spinosa

 

 

Hasta siempre Santiago

Escribir en este momento resulta más que difícil, muchos lo hicimos ya, es que teníamos esa necesidad imperiosa de hacer catarsis de alguna u otra manera. Se nos hacía imposible quedarnos callados, algo que a muchos les gusta por estos días. El dolor acompaña a miles y miles de argentinos, mañana no será una fiesta de la Democracia, este término no está completamente garantizado en esta época. Hasta siempre Santiago, gracias por tu lucha, por rebelarte contra el poder, sos parte de los que creemos, quizás estamos un poco locos, que se puede cambiar el mundo, que se puede tener una Argentina mejor. Por creer esto te mataron Santiago, te persiguieron, se rieron de tu familia y soltaron una catarata de mentiras de las que se van a tener que hacer cargo, sobre todo algunos dirigentes.
 
Cuando Sergio dijo «es Santiago» se confirmó lo que ya veníamos creyendo desde que apareció su cuerpo el miércoles pasado. Si nosotros sentíamos detrás nuestro esa carga de haber tenido que leer y escuchar lo más miserable e infame del ser humano, imagínense la familia de Santiago. Que era un hippie mugroso, que ¿qué hacía ahí?, ¿por qué se mete en política?, que estaba en Entre Ríos, que estaba en Chile, que por qué corta una calle y tantos otros dichos denigrantes que hacen caer muy pero muy bajo a los «periodistas», la prensa canalla aprendiz de aquellos que estuvieron defendiendo el Golpe del 76´. El dolor y la tristeza de esa familia no es comparable con nada, no dejaron nada por decirle, se cagaron (perdón por la expresión) en Santiago, tuvo que morirse para que Macri, Vidal, Larreta y quien sabe cuántos más salieran a expresar sus condolencias. Cínicos, perversos, eso son.
 
No quisieron encontrar a Santiago nunca, desviaron el tema para atacar a los mapuches y corrieron el eje constantemente. Todos sabíamos que a Santiago se lo llevó Gendarmería, todos los sabíamos, ellos también, nos hicieron volver a las peores épocas, retrocedimos cuarenta años. Y el cuerpo apareció días antes de las elecciones (no tengo ninguna conjetura respecto a esto), obviamente, Cristina y compañía fueron los apuntados, junto con la RAM y los mapuches. La incertidumbre se hizo presente una vez más, la familia tuvo que convivir otros dos días , luego de haber estado buscando a Santiago por más de dos meses, con esa desagradable sensación de no saber si es o no es, mientras el poder mediático hacía suposiciones de todo tipo, solo para llenar el vacío. El comentario de Sergio y su esposa cuando señalaban que estuvieron al lado del cuerpo todo el día fue el fiel reflejo de como actuaron el Estado y la Justicia en este caso. No hay garantías jurídicas, pero tampoco hay garantías de tener un Estado que contenga y acompañe a los familiares de las víctimas. Sobraban motivos para entender a Sergio y Andrea cuando decían que no podían creer en nadie. Irina Hauser, lo describe, con excelente precisión, en una nota en la revista Anfibia “Esa imagen que trazaron de sí mismos, esperando junto a un cadáver entre el ramerío, el agua, el silencio y un grupo de agentes de Prefectura, desnuda el nivel de degradación al que ha llegado el sistema judicial, a punto tal que las víctimas deban garantizarse a sí mismas que nadie les mienta, manipule nada, ni les hagan trampa. ¿Esa es la participación que tanto se les ha prometido a las víctimas en los procesos penales? ¿Y la reparación? Está todo tan trastocado que tuvieron que recordar en voz alta que son seres humanos. Se lo dijeron a los periodistas, pero bien pudo estar dirigido a la “Justicia” “.
En lo que a la autopsia se refiere no hay mucho que agregar más que aguantar, una vez más, el resultado final. El Juez fue claro, y, junto con más de 50 peritos, coincidieron en que “no hay lesiones”. De esto se agarran ahora para decir que se ahogó porque no sabía nadar (algo que parece realmente muy difícil de entender siendo que el cuerpo apareció rio arriba y enganchado en los sauces luego de que hubieron tres rastrillajes previos en ese mismo lugar). Sea cual sea la causa que provocó la muerte de Santiago hay algo que es irrefutable, y es que fue perseguido por la Gendarmería y murió en el marco de una represión ilegal contra una comunidad que sigue reclamando lo que reclama hace años, soberanía.
Como decíamos antes, murió por luchar, por hacer valer sus derechos, por solidario, por acompañar un reclamo más que legítimo, y tantas otras cuestiones que hacen a la formación política de un ciudadano más de este país. La Argentina se viste de negro, la tristeza y el llanto invaden nuestros rostros, golpe más que duro a la Democracia. Mañana, encima, tendremos que ir a votar, no tenemos ánimo para ir a hacerlo. Ejercer nuestro derecho como pueblo en este contexto se nos hace muy difícil, y más sabiendo los resultados que se pueden llegar a conocer por la noche. Esperemos que aquellos que votan dirigentes encubridores, cínicos y perversos, se hagan cargo de una vez.
Sin más palabras, hasta siempre Santiago, gracias por luchar, gracias por hacer oír la voz de los que no tienen voz. Fuiste todos nosotros en ese reclamo que luego, producto de la violencia institucional, terminó con tu vida. Hoy todos somos vos.
Santiago Maldonado presente, ahora y siempre. Justicia. El Estado es responsable.
Fuerza a la familia, estamos con ustedes.
Alejo Spinosa

Carta a Santiago Maldonado

A Santiago, donde quiera que estés:

Los motivos que me impulsan a escribir esta carta no son otros que la necesidad de expresarme y expulsar las sensaciones de tristeza, bronca e impotencia que siento dentro, además de comunicar, de hacer llegar este texto a quienes quieran leerlo, siempre con la mejor arma que tiene el ser humano. La palabra.

Hace dos meses que te estamos buscando Santiago. Digo «estamos» porque somos cientos de miles los que hemos alzado la voz, tu voz, pidiendo que aparezcas. Vos sos como yo, como mis amigos, como mi familia, como lxs trabajadorxs que fueron ayer a la plaza, como lxs militantxs de todas las agrupaciones que dijeron presente, sos como todos nosotros, sos uno más. Los relatos e historias que nos emocionaron, por parte de tu hermano Sergio, y tu presencia en aquél fatídico primero de agosto en Chubut ya nos hacen dar cuenta de tu grado de sensibilidad social, que a muchos en este país les falta y del interés en defender las luchas colectivas, los reclamos sociales, los derechos populares, que cada día estamos perdiendo, y el ejercicio diario de lo que nos constituye como pueblo, que es reclamar y visibilizar las injusticias sociales que se hacen presente día a día en este mundo. Seguramente esto te llevó a detestar el individualismo, y es por eso que fuiste a acompañar el más que justo y legítimo reclamo mapuche, sin ser parte de la comunidad. Hiciste Patria Santiago, y por eso te llevaron, porque ellos no toleran que hagamos Patria. Y lo más triste de todo esto, es que, a cualquiera que salga a levantar la voz de los que no tienen voz le puede pasar lo mismo que te tocó sufrir, a vos, y a tu familia.

No te puedo explicar Santiago, como han calado hondo las sentidas palabras de tu hermano Sergio. Por mi parte, el «te quiero ver» de aquella primera marcha del 11 de agosto me liquidó, la tranquilidad y entereza que tu hermano demuestra cada vez que lo vemos hablar es admirable, él también, es uno de nosotros. Ayer te escribió una carta, y por eso, sobre todo, es que me surgió redactar esto, porque lo vi a tu hermano, que escribe como escribís vos. Y vos escribís porque es una de las cosas más lindas de la vida, y te gusta escribir en papel y lápiz, porque no estás atado a la ferocidad y la falsedad de las redes sociales (o anti-sociales). La libertad que vos manifestás es fantástica, notable.  Libertad que tenías hasta el primero de agosto, cuando te cargaron en esa asquerosa e inmunda camioneta y tu familia no supo más de vos, y luego nosotros te conocimos, cuando ya estabas desaparecido. También te llevaron por ser libre Santiago. No se bancan la libertad del se humano, para ellos, la libertad está asociada al mercado, y a lo que te decía antes, el inmundo y repudiable individualismo.

Te quisieron hacer desaparecer, cuando ya estabas desaparecido. Pero vos estás apareciendo. En las plazas, los barrios, las calles, las banderas y, también, en las escuelas. Cuando les decían a lxs docentxs que hacían política con tu persona, ellos y nosotros, los estudiantes, les respondíamos «si, claro». Vos, ellos, nosotros, todos somos política, porque la sociedad todavía no comprende que es la política. Es mala palabra, y por eso, también, te desaparecieron, por hacer política. No se bancan la política, les jode, la detestan. Quieren hacernos creer el verso de «la apolítica», lo lamento, ustedes también son políticos. A todos, a los ciudadanos y los funcionarios. Sean un poco más políticos de lo que, inevitablemente, son.

Cuando te contaba que te quisieron hacer desaparecer no me puedo olvidar del trato desagradable e indignante de los medios hegemónicos de comunicación. Partiendo de la base de hablar de vos como «el caso Maldonado», así, a secas. Me pregunto. ¿Para que tenemos nombre? Vos sos Santiago, Santiago Maldonado. Como cuando en la escuela pasan lista y te llaman por el apellido, ¿y el nombre? ¿por que no decir nombre y apellido? La opinión aberrante de gran parte del periodismo argentino (si es que se le puede llamar periodismo) nos provocó una sensación de ocultamiento e invisibilización atroz. Primero con las ridículas e intolerantes pistas falsas, las que, estando tu familia de por medio, contienen una peligrosidad muy grande. La no verificación de la información, o aún peor, el invento de información no se pueden tolerar, y es por eso que salimos a las calles a contar lo que verdaderamente pasa, teniendo el respaldo de un grupo más que escaso de periodistas que sí se dedicaron a tratar el tema con seriedad. Pero, y eso es lo que más nos enorgullece, el respaldo más fuerte que hemos sentido estos dos meses es el de los infaltables y honrados Organismos de Derechos Humanos (Abuelas, madres, hijos, todos) que han sufrido esto y que, lamentablemente, tienen que volver a sufrirlo 41 años después. A ellos, los monstruos de la comunicación no le van a pegar, y a vos tampoco Santiago. Te vamos a defender siempre.

El último golpe emocional que recibimos fue la hermosa y sentida canción que realizó tu hermano Germán. El solo hecho de llamarte «Santi» nos llegó, nos tocó y nos quebró. A nosotros, a los insensibles y detestables gendarmes no hay nada que los conmueva. Yo me pregunto. ¿Como se puede seguir siendo Gendarme después de esto? Y me respondo con las palabras de Sergio: «Estoy convencido de que no existe la bondad en los efectivos, ni en los jefes que participaron de la represión en la comunidad mapuche: junto a ministros, jueces y fiscales solo cuidan sus intereses».

Espero haberte dicho todo Santiago, espero que alguien pueda leer esto, espero que aparezcas. Te esperamos Santiago. Te queremos ver.

Alejo Spinosa