El nuevo armado electoral del Kirchnerismo

El desarrollo de la campaña en estas elecciones primarias muestra a las distintas fuerzas políticas en un tono «políticamente correcto» o con las viejas propuestas reiteradas nuevamente, como es el caso de la izquierda. Este tono light, que parece tener la campaña previo a una elección que ha tomado importancia innegable con la presencia de Cristina, no es más que una nueva manera de hacer política que le viene dando resultado antes al PRO, y ahora a Cambiemos desde hace varios años. El contacto cara a cara con la gente es algo a lo que todos los políticos se remiten, pero en el caso del Kirchnerismo esto se veía con más recelo y se prefería apostar a los mega-actos en donde la líder se paraba en un escenario con miles y miles de personas escuchándola analizar largamente la coyuntura nacional e internacional, repartiendo críticas hacia los medios, la justicia, la entonces oposición y el sector financiero. Bueno, el Kirchnerismo sabe que esos votos ya los tiene, el famoso «núcleo duro». Ahora toca la parte más difícil, el reconquistar a esa gente que formó parte del 54% de 2011, que ahora está desilusionada con el Gobierno pero que todavía contiene en su cabeza esa especie de advertencia terrorífica del «no volver al pasado». Para esto Cristina se ha visto obligada a formar un nuevo espacio que, ya desde el nombre de la fuerza de nota, va a en dirección a esta política «siglo XXI» con la que nos toca convivir y que busca quitarle protagonismo al conductor, para llevarlo a un terreno en donde debe «escuchar los problemas de la gente». Y, por más que nos resistamos a decirlo, tiene una base conceptual característica del modus operandi de Cambiemos. Salvando las diferencias en el contenido, los problemas reales y la participación de las personas con inconvenientes que realmente existen.
Si dividimos la opinión acerca de cómo encarar la campaña electoral por edades, podemos agrupar a las personas de entre 40 y 60 años, conocedores firmes de las campañas y discursos políticos históricos, en un sector que ve esta campaña como «débil» o con falta de fuerza, y hasta algunos se animan a hablar de poco contenido político. La otra franja, que reúne a los jóvenes de entre 16-18 años y llega hasta los votantes de entre 30 y 40 años podría verse más acostumbrada a esta nueva era en la política.

En lo político, al Kirchnerismo se le han reprochado los sectarismos y las pocas chances que dio a la apertura, sobre todo hacia los sectores Peronistas representados por los movimientos sociales (llámese Movimiento Evita, Barrios de pie, etc). Frente a esto, la ex presidenta ha incluido en su fórmula al principal crítico de la actuación del Evita en estas elecciones, Jorge Taiana. Desde este espacio creemos que lo mejor hubiera sido brindarle las PASO a Randazzo, que por más loco y suicidia que pueda parecer, tiene el mismo derecho que cualquiera a participar de una primaria. Pero eso ya es cosa del pasado, y creo que Cristina está mostrando otra faceta en su manera de llevar adelante la campaña, ya desde el vamos ha desistido de lo que popularmente se intenta instalar como «la vieja política» e incluyó en su lista una combinación de gente con cualidades técnicas y otra con fuerte recorrido político, intentando así representar los sectores más golpeados por el Gobierno actual. Y es importante también, marcar el rumbo que Cristina y los suyos buscarán darle a la campaña, que es de hablar de la microeconomía, retomando lo que decíamos antes, los problemas de «la gente de a pie» y para ello ha decidido dejar de lado a los partidos políticos que históricamente la acompañaron, sumando a sus apariciones banderas nada más que argentinas

Contenido político no falta, más si hablamos de una fuerza que buscará visibilizar y hacer oír aquellos problemas que incluyen a las clases más vapuleadas por el programa económico de un Gobierno especialista en ganar elecciones y en dominar la opinión pública pero que flaquea ferozmente a la hora de gestionar y distribuir el ingreso equitativamente. Pero, retomando el análisis sobre el grado de contenido político que busca darle Cristina a la campaña, es necesario aclarar que este se suele confundir con la no integración en las listas de personajes públicos conocidos, líderes asentados de partidos políticos que con su militancia han acompañado al Kirchnerismo en la pasada década. Y justamente este ha sido el objetivo que mencionábamos antes. Incluir gente nueva, con poco ataque mediático-judicial.
La pregunta que nos hacemos todos previo a estas PASO, pero sobre todo a octubre (en donde se definirá en serio esta elección) es: ¿le alcanzará para Cristina ganar la elección con su núcleo duro y algo más que recolecte de los desilusionados con Macri que deciden su voto a último momento?

Alejo Spinosa

@AleLVP

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