Todo está guardado en la memoria (y en la plaza)

A veces para arrancar a escribir algo uno tiene que pensar, reflexionar, elegir y luego empezar a redactar. Digo a veces porque, justamente hoy, no es el caso. Después de la impresionante movilización del pasado miércoles no quedaba otra que descargar todo aquí, en La Deskarga. Seguramente no sea uno de los mejores textos técnicamente hablando, pero desde lo emocional no habrán dudas de que esta nota ganará por goleada.

No alcanzan palabras para describir el enorme acto de memoria que se vivió el miércoles 10 de mayo en la Plaza de Mayo, en toda la Argentina y en ciudades del mundo como París o Barcelona. Quedó claro que cuando se meten con los Derechos Humanos no hay discusión alguna, salimos todos. Desde lo organizativo podemos hablar de una marcha que tuvo convocatoria en un corto plazo, sin una participación total de los partidos políticos y hasta con cruces por la aparición de otra manifestación el jueves siguiente, que luego fue cancelada. En fin, con mucha o poca convocatoria la marcha fue mucho más que un éxito (se calculan medio millón de personas presentes) y quedará en la historia de las movilizaciones argentinas. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo dieron otra gigantesca muestra de lo que es su lucha, de sostener vivo el espíritu de combativo de sus hijos, de levantar bien alto la bandera de la memoria, la verdad y la justicia y ,en esa plaza, de repudiar el aberrante fallo de la Corte Suprema que, vale aclarar, parece que será vuelto para atrás. Esas Madres y Abuelas que nos llenan de orgullo a todos los argentinos fueron abrazadas por miles y miles de personas que levantaron bien alto sus pañuelos y repudiaron con fuerza este acto de impunidad total hacia los genocidas que han torturado, violado, asesinado y desaparecido a sus hijos por razones políticas. 

Si hay algo que al Gobierno anterior no se le puede cuestionar es la ejemplar política que ha tenido con los Derechos Humanos y con acompañar a los organismos que los defienden (que no son un curro, Señor Presidente). EL 24 de marzo en la Argentina dejó de ser una fecha más y tuvo la importancia que de verdad requiere, con actos y concentraciones monumentales en la Plaza de Mayo, la misma que el miércoles pasado dijo fuerte y claro «Nunca más, ningún genocida suelto» oponiéndose a esta idea de la reconciliación que se quiere imponer desde el Gobierno actual y ejecutar desde la Corte Suprema de Justicia. El Kirchnerismo en la Argentina dejó un pueblo con memoria, un pueblo que sale a la calle cada vez que lo joden. Esta vez quisieron joder a nuestros nietos, a nuestros hijos, a nuestras madres y abuelas, que tanto han luchado por ver a los genocidas presos y en cárcel común. No lo permitimos, salimos a la calle como lo hicimos siempre, el pueblo no tiene miedo. La memoria es sagrada por más que la quieran borrar de la agenda diaria y no le quieran dar importancia. Esta última marcha, a diferencia de los 24 de marzo, contó con muchísima mas gente de la que ellos llaman «independientes» y con menos concurrencia de partidos y organizaciones políticas. No importa quien vaya, no importa si hay banderas de La Cámpora o no, lo importante es que quisieron pasar por arriba a los 30 mil desaparecidos y el pueblo los frenó.

El 2×1 lo decretó la Corte, pero el Gobierno es el autor intelectual, no quedan dudas por más que se quieran despegar. ¿O ya nos olvidamos de los dichos de Macri relativizando la cantidad desaparecidos? ¿Y Gomez Centurión diciendo que no fue un plan sistemático? ¿Y la bandera diciendo «no al negocio con los Derechos Humanos? Por favor, sabemos de que se trata y sabemos que hoy, el Presidente, quiere devolverle el favor a los militares que hace 41 años lo beneficiaron económicamente convirtiéndolo en un cómplice civil de la última Dictadura cívico-militar, a él y su padre. La gente no es estúpida, podrá estar en más o menos de acuerdo con su Gobierno pero no por nada 7 de cada 10 argentinos repudiaban y estaban en contra del terrible fallo de la Corte. Corte que, de los cinco miembros que tiene, dos fueron promovidos por el Presidente queriéndolos poner por DECRETO y luego votados por el Congreso (caso aparte para analizar). Ah, y uno de ellos tiene relación directa con Clarín y Magnetto, principales defensores del Golpe de Estado del 76.

En fin, palabras más, palabras menos, el 10 de mayo de 2017 quedará en la memoria de todos, todos aquellos que repudiamos el Golpe Militar, que no creemos en la idea de la reconciliación, que no olvidamos ni perdonamos y que defendemos con toda la furia a nuestras queridas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes respondieron abrazando ellas al pueblo esta vez. No son joda los Derechos Humanos, no por nada Argentina fue, en los últimos años, ejemplo internacional en este rubro y uno de los pocos países que ha repudiado a SUS PROPIOS GENOCIDAS y que no necesitó de Organismos Internacionales para hacerlo, que de todas maneras han destacado y acompañado siempre a nuestro país.

Nada más, 2×1 las pelotas.

Alejo Spinosa

@AleLVP

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