El desafío de reiventarse

Primera descarga del 2017 y todo parece seguir igual que en el 2016. El ajuste se profundiza y encima aparecen nuevos casos de corrupción (Arribas). Al mal momento económico se le suman los incendios en La Pampa, con increíbles y repudiables declaraciones del ministro de medioambiente el rabino Bergman, y la represión, una más, a los manteros que luchan por defender la única manera que tienen de ganarse el mango. Pero no son estos temas de los que quiero hablar hoy, sino que quiero abocarme al Peronismo y a su conformación de cara a las legislativas del 2017.

Luego de la derrota de 2015 salieron a la luz varios problemas internos que ya venían siendo parte de la agenda Peronista en los últimos años. Y lo cierto es que, a lo largo del 2016 se ha visto una oposición poco clara y sin un líder definido que acompañe a Cristina Kirchner. Fue Daniel Scioli quien tomó la posta en la primera parte del año y salió en los medios a criticar al gobierno de Macri, ratificando lo que ya había dicho en campaña, el ex gobernador demostró ser el líder de la oposición que arrastra ese 49%, hasta la aparición de Cristina, un poco obligada por las causas judiciales a las que ha tenido que abocarse. Pero no son solo estas causas (irrisorias) las que han hecho aparecer a CFK, sino también el pésimo año que ha vivido el grueso de la población que necesitó de alguien que salga, con argumentos y solidez, a defenderlos y marcar cada problema que estuvo viviendo el país a lo largo del 2016.

Si el Peronismo-FPV perdió aquel 22 de noviembre no fue solo por la enorme manipulación mediática de los grandes medios y por el desgaste propio de un gobierno que lleva más de 12 años al poder. Hay que recalcar que Cristina, y su entorno, no lograron construir un líder firme y consolidado que lleve la voz de las mayorías populares. Se sabía ya que Daniel Scioli era candidato fijo y que tenía en la mira aquella elección, pero no se lo acompañó desde un principio y tampoco se buscó otra alternativa si es que no había interés suficiente en que Scioli fuera el candidato. A esto le sumamos la lucha de egos que tuvo a Randazzo como el principal exponente.

Pero esto quedó en el pasado y ahora el Peronismo debe mirar para adelante. El 29/12 se realizó un congreso en La Matanza (que parece ser, el lugar de encuentro y craneamiento) que incluyó a todas las partes pertenecientes al PJ y quienes en algún momento formaron parte del Gobierno Kirchnerista. Los actores principales en las legislativas serán los que se vienen barajando, por lo menos desde el lado del Peronismo (CFK, Scioli, Randazzo, Grupo Esmeralda, Grupo Fénix) que no incluye a Sergio Massa. Este último pareciera haber acordado con el GEN de Stolbizer y se abriría de la interna PJ, algo que puede molestar a muchos de sus integrantes que pese a tener un líder completamente ambiguo han demostrado una férrea oposición al Gobierno y son del agrado de gran parte de los dirigentes Kirchneristas o Peronistas alienados en el Kirchnerismo.

Scioli parece ser candidato fijo. Si Cristina sale a la cancha en 2017 por la Provincia de Buenos Aires, difícilmente se hará una interna y el Peronismo quedará encolumnado detrás de la ex presidenta, tal como lo había manifestado semanas atrás Verónica Magario. Esto le abre las puertas, del lado de Cambiemos, a Elisa Carrió para armar una campaña en base a denuncias de corrupción y a Sergio Massa para competir directamente con CFK, siendo el único que mide casi igual a ella en las encuestas. Hasta podría escudarse en Margarita Stolbizer, quien apelaría a la misma estrategia que Carrió. Actualmente Cristina mide entre 30 y 35 puntos, cifras muy altas teniendo en cuenta el desgaste de su imagen y la persecución tanto mediática como judicial a la que es sometida día a día hace ya un tiempo.

Si bien la ex mandataria no definió aún su candidatura, cuentan desde su entorno, también es posible que no decida presentarse y ahí si se arma la gran rosca. Randazzo ya manifestó no tener problemas en competir en una interna con Scioli (el gran objetivo de el ex ministro, la interna que no fue) y también declaró que no se pasaría al PRO liderado por Monzó. Los intendentes que componen el Grupo Fénix fueron los primeros en salir a bancar la candidatura del de Chivilcoy. Restará ver como puede actuar Cambiemos si Cristina desiste de ser candidata. Pueden aparecer personajes sin imagen que vayan detrás de Vidal y su imagen positiva siempre cuando el momento económico sea medianamente bueno. Algo que, por como viene la mano, parece difícil.

Acá el eje central de la discusión, más allá de si juega Cristina o no, es que ideas tomará el Peronismo para esta elección y para el 2019. La reconstrucción del partido mayoritario de la Argentina se tiene que dar con los viejos y nuevos dirigentes a la vez. Es decir, tanto CFK como Scioli pueden llevar adelante una candidatura pero debe ser con alguien más, con un sector nuevo ya sea de intendentes o de diputados. La renovación en la política siempre es necesaria y más en un país con tendencia a la alternancia, hasta parece que a la gente le aburre ver siempre las mismas caras, no importa que tan bien se hayan hecho las cosas. La idea de «cambio» seduce a una gran parte de la sociedad. El Peronismo debe dar el debate centrado en el futuro y en demostrar que el neoliberalismo no hace más que empobrecer y agigantar la brecha entre clase media y clase alta. El surgimiento de figuras nuevas debe estar acompañado de un reconocimiento a Nestor y Cristina Kirchner. Por eso decimos que sin el Kirchnerismo no se puede pero que con el Kirchnerismo solo no alcanza. Aquellos que estén interesados en defender las banderas de los más humildes, de volver a instalar el campo nacional y popular en la Argentina y de generar una alternativa fuerte a las grandes empresas y el gran capital deben encolumnarse en una sola bandera, con una mixtura de viejos dirigentes y de nuevos políticos. Para que, ya si pensando en el 2019, sean estos últimos quienes tomen la bandera y salgan a disputar la Presidencia.

@AleLVP

Alejo Spinosa