Fidelidad a sus ideas

  • fidel-castro-utopiaHasta siempre, buen viaje comandante, gracias Fidel.

La noche del viernes 26/11/16 quedará marcada en la historia mundial, pero sobre todo de Cuba, tras confirmarse el fallecimiento del último gran líder del

siglo XX. Se hacen mas fuertes que nunca sus ideas, sus convicciones y sus luchas por lograr un mundo mejor, esa utopía que parecía poder tener una Cuba independiente de Estados Unidos Fidel la convirtió en realidad. Su desaparición física no hace otra cosa que revalorizar su pensamiento y acrecentar su figura, como pasó con Perón, el Che, Evita, Néstor, Chavez, Allende y tantos otros líderes revolucionarios fallecidos. Fidel quedará en la historia como uno de los primeros revolucionarios en luchar contra ese neoliberalismo salvaje comandado por yanquilandia y que lo único que causa es pobreza, hambre, desempleo, desigualdad y crisis social. Se puede criticar el modelo de país impuesto por Fidel y continuado por Raúl en relación a la falta de libertad de prensa o a la existencia de un partido único (aunque difícilmente podriamos estar hablando de la Revolución sin esto) pero hay datos concretos que son irrefutables y que marcan el nivel crecimiento que tiene Cuba y que está a la par de los países potencia. La baja de la mortalidad infantil, el alfabetismo, la cobertura de salud, el desarrollo de la educación, los servicios sociales, nula pobreza y tantos otras estadísticas que vienen a ser solo un número pero que detrás de eso tienen personas, seres humanos que llegaron a estar dentro de esa estadística gracias a la Revolución, gracias a Fidel.

No hay problema en decir que Cuba es el único país de América Latina que cubre todas sus necesidades básicas casi al 100% y con un PBI mucho menor al de otros países de la región, la cuestión está en ver a qué destina ese PBI. Sin embargo, hay algo que siempre se le criticó al modelo Cubano y es la falta de «desarrollo»o «progreso», pero no podemos dejar de entender a estos términos c omo algo impuesto por el capitalismo para ocultar o dejar de lado lo más importante que es la cobertura de primera necesidad de un país y que no está cubierta con este sistema. ¿Cual es entonces el verdadero concepto de «desarrollo»? ¿Aquel qué nos impone un sistema como el que vivimos actualmente y que se logra a costa de una pobreza gigante y una desigualdad enorme pero con crecimiento? Porque el crecimiento económico puede existir igual eh. ¿O un modelo donde se garantiza lo necesario para toda la sociedad y se está a la altura de los países llamados del primer mundo?

La Revolución liderada por Fidel quedará en los libros, en el archivo y en la memoria de miles de cubanos y latinoamericanos que sueñan con imitar ejemplo de un tipo que agarró a Cuba devastada y la resucitó. Somos los jóvenes quienes debemos seguir la lucha de semejante figura mundial y hacer presentes sus ideas, porque un mundo mejor y más justo es posible. Quienes nos vemos interesados en que eso suceda debemos salir a defender nuestros derechos y nuestros sueños, aquellos que se están llevando puestos. Reconocer a Fidel es reconocer la igualdad, la unidad latinoamericana, la oposición al liberalismo económico y también es reconocer a aquellos hijos de Fidel que buscaron una América más justa. De más está nombrar a Chávez, Evo, Lula, Dilma, Néstor, Cristina, Pepe Mujica y Corres como los líderes del siglo XXI que han defendido estos conceptos.

Hasta siempre comandante, gracias por tu legado, América volverá a estar unida como vos y el Che lo soñaron durante esa página de la historia llamada Revolución Cubana

PD: Quedará para otro momento el debate sobre la lucha armada (la misma de Roca, Bartolomé Mitre y Videla) y los energúmenos que celebraron en Miami.

Alejo Spinosa

@AleLVP

El año que no queríamos

Lejos, lejos parece haber quedado aquel 22 de noviembre de 2015. Sin embargo pareciera que fue ayer, a mi personalmente me parece reciente. Aquel noviembre de campaña pasó volando y este año también. El 2016 está llegando a su fin luego de un primer año del gobierno de Macri donde el 90% (por no decir el 100%) fueron pálidas. Ya hemos hablado y analizado la devaluación, la quita de retenciones, los despidos, los tarifazos, la represión, la no reapertura de paritarias, las frases increíblemente tontas que han dicho algunos funcionarios (y hasta el propio Presidente), las múltiples marchas, el feroz endeudamiento, el aumento de la pobreza y tantas otras situaciones que han hecho que la clase alta sea más alta y que la clase media sea mas pobre. ¿Y los humildes? Gancho al mentón.

Considero que actualmente el gobierno está perdido, que no sabe que hacer. Sinceramente no pude creer la tremenda inutilidad del Presidente cuando le respondió a un periodista sobre la falta de consumo con una repregunta, como olvidandosé el cargo que ocupa. Cuando digo que Macri y su gabinete están perdidos me refiero a todos los rubros. Desde lo económico la cosa no mejora y las inversiones, como suponíamos, nunca llegaron. Desde lo social obviamente sigue todo para atrás, no en vano fue la impresionante marcha de la CGT junto con las agrupaciones sociales para pedir por la sanción de la emergencia social. No parece haber un plan definido y fin de año viene cargado con una inflación que no cesa y un descontento social notorio. Macri llegó al poder luego de una campaña donde mintió descaradamente y fue su sonrisa y su mensaje emocional lo que le hicieron llevarse un poco más de la mitad de los votos. Tuvimos, en los primeros meses del año, un bombardeo constante a la pesada herencia cada vez que algunos de los integrantes del gobierno salían a declarar. Uno suponía que, llegado noviembre, esto iba a ser dejado de lado y el discurso iba a ser otro, pero no. Con una caradurez fenomenal los ministros siguen hablando de la herencia y de lo difícil que se hace gobernar con un país «devastado», cuando todas las medidas que nombré al principio fueron tomadas por ellos.

La pregunta hoy ronda sobre la imagen de Macri y su gestión. ¿Sigue teniendo apoyo pese a al desastre económico generado? Si. Una cuota gigantesca de esta responsabilidad tienen los medios hegemónicos, que se han encargado de generar una distracción tan grande como la Casa Rosada y de hacer creer a la gente que el estado actual del país se debe a la mala gestión del anterior gobierno, que las medidas eran inevitables. La distracción no la han generado hablando de Cambiemos sino que lo hicieron dedicándose a defenestrar por todos lados al Kirchnerismo con los casos de corrupción como si fueran reality shows. Casos que siguen sin ser comprobados realmente y sirven únicamente como herramienta del Grupo Clarín para desviar la atención y seguir el discurso del oficialismo que asegura que «el año que viene vamos a estar mejor».  Sin duda que Macri no tiene el mismo apoyo que tenía hace un año, ha sido considerable su baja en la imagen positiva pero todavía está la cuota de esperanza de aquellos que lo votaron con el bolsillo lleno (gracias a la «década robada») y ahora no tienen para la luz. Seguramente esa gente haya sido captada por el discurso de Clarín y todo su batallón anti-kirchnerista que los hizo dirigirse al camino del cambio sin fundamentos claros. Por supuesto que un gobierno, luego de 12 años, tiene un desgaste natural que lleva a que la gente elija otra cosa, pero esto se contadice (en parte) con el 49% que no votó al actual gobierno. Y acá yo me pregunto. ¿Está gobernando Macri como si hubiera ganado por el 60 o el 70 por ciento y no como realmente lo hizo? La conclusión que me lleva a hacer este párrafo tiene que ver con el «tipo de votante» de Cambiemos que tenemos hoy, a un año de aquel triunfo. Por un lado tenemos la clase alta, la única que le va bien y es fiel al gobierno, entendible es esto ya que han sido los únicos beneficiados con las políticas tomadas. Seguimos nuestro recorrido y nos encontramos con el votante que mencionábamos antes, aquel de clase media-baja y que ha progresado con las políticas de CFK pero que ha visto en Macri una posibilidad de seguir mejorando y de llegar a ser como él votándolo, sin ver el real interés que tiene (porque obviamente que TN no te muestra el Macri neoliberal) y sin ponerse a razonar, dos minutos, en la mejora que ha tenido en los últimos años. Hoy esa gente la paga y sufre. Por último, aparece aquél que lo votó «convencido del cambio» y de que «la cosa no daba para más» (obviamente que la plata le alcanzaba) y que hoy, reconociendo el ajuste y sus consecuencias, sigue confiando pensando en la mejora futura.

Otros actores a analizar en este 2016 son la oposición y el sindicalismo. A principios de año todos creíamos que Cambiemos iba a estar cercado por no tener la mayoría en el Congreso y que el bloque FPV-PJ iba a ser uso de su condición de opositor frenando el ajuste de Macri. Todo este análisis empezó a perderse con la ruptura del bloque y el acercamiento de algunos partidos hacia el Massismo (que pese a considerarse opositor, poco a hecho para parar el ajuste. De hecho a apoyado bastante) generando así dos líneas en el FPV. El Kirchnerismo duro (La Cámpora, Nuevo Encuentro) y el Peronismo más negociador (Movimiento Evita, PJ, Bossio, etc). Estas divisiones ya existían y fueron algunos de los factores que provocaron la derrota de Scioli el año pasado. De más está decir que dirigentes como Bossio, que ha llegado a lo que es gracias a Cristina y su gobierno, no tienen el más mínimo respaldo de una gran parte de ese 49% luego de haberse separado del bloque.. Ahora, ¿es Massa la solución? ¿donde está la oposición del Frente Renovador más allá de la tele?. Hemos visto un acercamiento entre parte del PJ y el FR, que se observó también cuando levantaron la mano para aprobar el pago a los Buitres, algo impensado años atrás cuando el entonces gobierno se plantó firme y se negó a negociar. De todas maneras, pese a esta dificultad para establecer una oposición dura, las calles han hablado y hemos tenido innumerables marchas y manifestaciones, todas con mucha convocatoria y visibilidad. Parecería difícil encontrar hoy una figura que pueda tener el liderazgo que tuvo Cristina y también sabemos que es casi imposible no reconocer que es ella la líder de la oposición pese a su participación intermitente (pero fuerte sin dudas). La crisis en la dirigencia política en general llega también hasta el Frente Para la Victoria y será clave lo que digan las urnas el año que viene para ver como este se rearma. Macri ha podido actuar, en gran parte, por el apoyo que algunos sectores del Peronismo le han dado y por las complicaciones de este sector para pararse frente al gobierno (en algunos casos, no siempre).

También nombré previamente a los sindicatos. Sabemos que Hugo Moyano ayudó a Macri en su victoria y consumada esta se separó de la CGT para dedicarse a la AFA. La CGT hoy en día es conducida por tres dirigentes que recién la semana pasada han adherido al reclamo de las organizaciones sociales y salieron a las calles junto con estas a manifestarse. El pedido de paro general está instalado hace rato y es este sector sindical el que lo debe convocar. Macri fue astuto y rápidamente cerró acuerdos y negociaciones con quienes hoy la lideran, los mismos que hace unos años hacían paro por el impuesto a las ganancias actualmente poco demuestran frente a los despidos y la flexibilización laboral inminente. Escaso es el reclamo que puedan generar tanto las dos CTA como los distintos gremios sino es acompañado por la CGT. La tibieza que ha mostrado este triunvirato refleja también la percepción del gobierno y el saber con quien acordar para evitar el colapso total. Esperemos que con la marcha del 18/11 esta postura cambie y tengamos un sindicalismo más fuerte y combativo de cara al 2017.

Resumido está el primer año de Macri Presidente, que aún no terminó pero que, desde muchos puntos de vista, se puede calificar como malo. Es preocupante lo que pueda llegar a venir y volverá diciembre a ser un mes caliente y con un malestar social generalizado. Los números no responden y la gente pierde poder adquisitivo, sumado a la incapacidad del gobierno para resolver los problemas. No hay un solo número realmente positivo desde enero hasta acá y los que nos interesa esto sabemos cual es el real pensamiento de quienes están hoy en el poder. La derecha neoliberal volvió recargada y tiene aspiraciones de seguir avanzando, será el turno de los partidos que defienden los intereses populares frenar este desastre y establecer una alternativa al ajuste de Cambiemos.

Alejo Spinosa
@AleLVP

Chocar la calesita contra el muro

Muchas cosas pasaron desde la última vez que escribí una nota aquí, allá (lejos quedó) por el 18 de octubre. Las cosas hoy son distintas, no tanto en Argentina, y en gran parte se debe al batacazo electoral que dio Donald Trump al consagrarse como Presidente de los Estados Unidos por el Partido Republicano.

Arranquemos por ahí. La noche del martes 8 de noviembre se cerraba con la tendencia, luego definitiva, que daba a Trump como el ganador luego de haber triunfado en estados claves como lo fueron La Florida o  Pennsylvania. Trump alcanzaba los 270 votos necesarios del colegio electoral (290 ahora) y , con el 47,3%, se quedaba con la presidencia (Hillary sacó 47,8%, pero no alcanzó los 270 votos). Sin duda que fue uno de los mayores golpes políticos en la historia de los Estados Unidos, sobre todo por como fue la campaña del excéntrico magnate y lo solo que estuvo en ella, casi sin apoyo Republicano. A diferencia de Argentina, los medios de comunicación fueron decididamente a apoyar a Hillary Clinton ya que no querían un Presidente que esté en contra del consenso de Washington y menos uno con pensamientos racistas, misógenos y xenófobos  como si lo es Donald Trump y se ha encargado de manifestarlo públicamente en la campaña. Frases como la «voy a construir un muro que separe Estados Unidos de México y que sea pagado por los mexicanos» son muy recordadas y en eso se centraron los medios para evitar su triunfo.Las encuestas, otra vez, volvieron a perder por goleada. Cuando recién arrancaba la campaña con estos dos candidatos los números favorecían claramente a Hillary, pero fue Trump el que se encargó de defenestrar a la candidata Demócrata con casos de corrupción y los famosos mails. Los números siguieron dándole al Partido Demócrata pero con una paridad notable, que si se vio reflejada en la elección. Analicemos ahora porque el «fenómeno Trump» logró acceder a la Casa Blanca.

Si uno habla de un candidato solo, con los medios en contra, sin pertenecer al establishment político y económico y con la personalidad que tiene este tipo claramente parecieran lejanas las chances de ser Presidente. Sin embargo, Trump estuvo atento en el discurso y captó enseguida las necesidades de los norteamericanos. La campaña tuvo un claro enfoque conservador y hasta arcaico (muchas de sus propuestas son de un retroceso gigante) pero lo que más llamó al voto popular fue el hecho de querer aplicar una política proteccionista en la economía estadounidense y terminar con los tratados de libre comercio y el neoliberalismo. El voto de la gente fue claramente en contra del establishment y de lo que dicta el Consenso de Washington, las políticas neoliberales aplicadas en Estados Unidos generaron una pobreza enorme y, por ende, desigualdad también. ¿Por qué la gente habló de la necesidad de un «cambio»? Porque fue el neoliberalismo el que destruyó a Estados Unidos y lo dejó empobrecido enormemente. Trump entendió el mensaje a la perfección y hacía allí fue, a que Estados Unidos se preocupe por si mismo y no por ser quien administra el mundo. Ahora, ¿qué pasa si EEUU se cierra al mundo? Se puede profundizar la crisis mundial, los países deberán buscar otra salida económica si hablamos de exportaciones, aumentará la tasa de interés en la deuda (atento Mauricio) y será Estados Unidos quien deberá salir a pedir deuda. De todas maneras, el futuro yankee y del mundo es más que incierto. Así como el hoy Presidente electo ha conquistado a las clases bajas y más humildes del país, ha demostrado un odio enorme frente a los inmigrantes ilegales. Se comprometió a reportar a quienes vivían de manera ilícita en los Estados Unidos y a construir un muro en la frontera Mexicana, contradiciéndose con su primer discurso luego de ser electo, donde llamaba a «la unión de toda la sociedad y a trabajar todos juntos»

A mi personalmente no me sorprende tanto el triunfo de Trump. No tengo dudas que gran parte de la sociedad Estadounidense piensa igual que él respecto a la inmigración y que, por más que se quieran tildar de democráticos y de aceptar a todos, el racismo es parte del día a día del americano. También podemos pensar que Hillary piensa igual pero no lo dice, apelando a un discurso más amistoso y conciliador. Del lado Demócrata estaba la continuidad de Obama, el neoliberalismo, las políticas de libre comercio, mayor interés en seguir siendo el administrador del mundo, sin preocuparse tanto por lo que pase puertas adentro, y el deterioro de las clases bajas. Del lado de Trump lo que contábamos, el cambio se orientó hacía el proteccionismo, hacia los más humildes y en no mostrar interés en los tratados liberales como lo son el TPP, el ALCA, etc. Estas políticas están representadas por un magnate al que podemos calificar de fascista tranquilamente, pero no fue lo que más pesó a la hora de elegir el voto, aunque si tuvo influencia, positiva y negativa. Vale aclarar que el triunfo de Trump viene de la mano de un proceso de derechización que se está dando en el mundo con hechos como el «No a la paz» en Colombia, el Brexit en Inglaterra, y también los cambios de gobierno que se dieron aquí y en Brasil. Trump no ganó de casualidad, fue inteligente en criticar al gobierno actual junto con su candidata y en mostrar como él podía mejorar la situación económica del país. No se opuso al sistema político en general sino a como y quienes lo representan, propuso una renovación del sistema con una manera de hacer política muy distinta a la habitual en Estados Unidos, más heterodoxo, verborragico y usando a los sectores populares en su discurso.

La pregunta que nos hacemos de este lado del mundo es como impacta la elección de Trump en América Latina y sobre todo en Argentina. Vale aclarar, que desde el gobierno se decidió apoyar explícitamente a la candidata demócrata Hillary Clinton. A los elogios de Macri, se sumaron los de la Canciller Susana Malcorra y del embajador en Estados Unidos Martín Lousteau. Desde las filas del gobierno ni se imaginaban que Trump podía llegar a dar la sorpresa, se dejaron llevar por las encuestas y cometieron un grave error al salir a apoyar a Clinton y ahora, con ella derrotada, tener que buscar recomponer la relación con el Presidente electo. Se sabe ya (por más que lo nieguen) que el plan del gobierno es de carácter neoliberal, con apertura hacia los tratados de libre comercio y con una gran relación con Obama, se puede ver en el 24 de marzo pasado con su visita y no es casualidad que hayan apoyado a Hillary. Se busca, sin dudas, profundizar el ajuste y las relaciones carnales con los Estado Unidos y para aplicar todas las políticas que se necesitan (incluso la contratación de deuda) Macri necesita del apoyo y una buena relación con un gobierno neoliberal, en este caso hubiera sido el de Hillary. A Macri se le movió la estantería no quedan dudas, con un Estados Unidos cerrado y con políticas proteccionistas no hay chance de que Argentina pueda salir a pedir deuda y tampoco a exportar sus productos. Pero el golpe más duro es no poder seguir desarrollando esta política que tiene a Estados Unidos como el controlador de las políticas neoliberales. A Trump no le importan los otros países y menos América Latina. Cambiemos no puede torcer el rumbo, la crisis se acentúa (ni siquiera el posible bono puede ayudar) cae el consumo, la industria, aumentan los precios y el gobierno niega la realidad. A todo esto le sumamos que la política exterior no mejora y encima hay poca inteligencia en manifestar el apoyo a una candidata.

Cambia el mundo, sin dudas. La incertidumbre se apodera de la agenda actual y Trump llega al poder dispuesto a dar un giro en la política Estadounidense que afectará, sin lugar a dudas, la economía mundial. La Argentina no está exenta y encima el mal momento económico no da tregua.

Alejo Spinosa

@AleLVP